El embajador especial en la Oficina de Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado, Rashad Hussain, denunció que el régimen cubano mantiene una estricta regulación sobre todos los aspectos de la vida religiosa en la isla.
Rashad Hussain hizo la denuncia este miércoles 23 de octubre durante la sesión especial del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En la sesión se analizaron graves denuncias sobre las restricciones a la libertad religiosa en Cuba.
Hussain enfatizó en que las autoridades vigilan los lugares de culto y amenazan a los actores religiosos que ejercen su libertad de expresión, religión y creencias, lo que ha llevado a que muchos líderes religiosos practiquen la autocensura en sus sermones y enseñanzas.
El embajador también informó sobre reportes de tortura y maltrato físico a presos considerados actores políticos religiosos.
En la misma línea, el líder religioso Ofunshi Oba Koso presentó un informe titulado “Obstáculos enfrentados por líderes y miembros de religiones afrocubanas en Cuba”, en el cual documenta un creciente número de casos de estigmatización, discriminación y violencia contra practicantes de religiones de ascendencia africana.
Presentación de Ofunshi Oba Koso en diálogo en el Consejo Permanente para avanzar en la protección y promoción de la libertad de conciencia y de religión o creencia en las Américas pic.twitter.com/jOD6njPV8l
— OEA (@OEA_oficial) October 23, 2024
Por su parte, Knox Thames, abogado internacional de derechos humanos, calificó la situación como “lamentable” y explicó cómo la negativa del régimen cubano a reconocer legalmente a las comunidades religiosas convierte técnicamente el culto en una actividad ilegal, exponiendo a los pastores a sanciones penales.
Thames agregó que la libertad de expresión está severamente limitada respecto a los asuntos a los que los pastores pueden referirse en su predicación, hasta el punto de ser penalizados cuando estos no han sido aprobados o desafían las narrativas gubernamentales.
Un informe reciente de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) del 2024 confirma esta situación y advierte que ningún grupo religioso independiente ha sido registrado legalmente desde 1959.
El documento detalla casos específicos de represión, como las detenciones regulares a las Damas de Blanco para impedirles asistir a los servicios religiosos, la prohibición de procesiones de Semana Santa y el bloqueo de atención pastoral a prisioneros y enfermos graves.
Ante esta situación, la USCIRF recomienda que Cuba sea redesignada como “país de particular preocupación”; asimismo, exhorta a Estados Unidos a que ejerza presión para que se permita el acceso de observadores internacionales a Cuba y se impongan sanciones a los responsables de estas violaciones a la libertad religiosa.