Si hubo mala racha, incluso crisis, ya no existe, ni mucho menos. Los titubeos del Open de Australia desaparecieron, tambin la flojera de la gira sudamericana de tierra batida. Carlos Alcaraz ya ha vuelto a la senda del xito. Como hizo el ao pasado, este domingo levant el trofeo en el Masters 1000 de Indian Wells y se recoloc para celebrar este ao otro -u otros- Grand Slam, quiz incluso regresar al nmero uno.
Despus de batir de forma consecutiva a Alexander Zverev, Jannik Sinner y Daniil Medvedev, es decir, al tercer, cuarto y quinto del tres del ranking mundial, ha recuperado su condicin de contendiente al cinturn que ostenta Novak Djokovic. Ya se ver en el inmediato Masters 1000 de Miami y ms en la cercana gira europea de arcilla, pero Alcaraz, a sus 20 aos, parece que pronto alcanzar su mejor versin, incluso una todava desconocida.
Este domingo, en la final del torneo de California ante Medvedev que termin con un 7-6(5) y un 6-1, ni tan siquiera necesit sublimar su tenis para vencer; slo ser l. Ausente en Melbourne, la presencia de su entrenador, Juan Carlos Ferrero, fue esencial para que Alcaraz pudiera encontrar la calma, la paciencia, la relajacin. “Y qu hago? Slo paso bolas?”, le lleg a decir el tenista a su tcnico cuando ste le reclamaba peloteos. La respuesta, por raro que pareciera, era que s: tena que slo pasar bolas.
Como hizo en las semifinales del pasado US Open, Medvedev plante una nueva estrategia a Alcaraz, un plan de juego sorprendente. Al contrario que entonces, el ruso se coloc dentro de la pista, propuso un partido directo, a derechazos, de t a t, y el espaol entr al capote. Con los nervios a flor de piel y el viento como enemigo, Alcaraz empez la final fallando prcticamente todos sus golpes. Un error no forzado, luego otro y luego otro. Fueron 17 en el primer set -26 en total-, pero la mayora, 13 de ellos en los cinco primeros juegos. Hasta que se seren.
Los consejos de Ferrero
Gracias a un cambio de lado, a empezar a jugar junto a Ferrero, Alcaraz entendi que no poda ganar en media hora, que tena que alargar los intercambios y su tenis mejor. Un punto extrao supuso la catarsis. En pleno salto para un remate se trastabill, pero tuvo tiempo para rehacerse, correr atrs, salvar la bola y acabar ms tarde con un passing ganador. Del 0-3 inicial se pas al 3-3 y el duelo se igual. Desde ese momento Medvedev empez a acumular fallos, a sentir la presin y Alcaraz recuper la puntera. Ambas evoluciones colisionaron en el tie-break y se acab la final. En el segundo set ya no hubo competencia, no hubo nada.
Si acaso espectculo del espaol: velocidad en sus piernas, ngulos en sus golpes, un deleite para los aficionados presentes. Si acaso espectculo del ruso: quejas al rbitro, maldiciones contra sus raquetas y gestos al pblico estadounidense claramente alineado con su rival.
Alcaraz, ante Medvedev, en la red.
El ttulo supuso el primero de Alcaraz desde su gesta en Wimbledon, su obra maestra, y el quinto Masters 1000 de su vida. La cifra parece corta despus de los tiempos de Djokovic, Rafa Nadal y Roger Federer, pero no lo es. Si se compara, slo un tenista levant tantos antes de cumplir los 21 aos: Nadal. Si se compara, Alcaraz ya es el segundo espaol con ms Masters 1000 de la historia por delante del mismo Ferrero (cuatro) o Carlos Moy (tres).
En su discurso de celebracin, Alcaraz desvel que antes de empezar el torneo apenas poda moverse por la lesin de tobillo que sufri en el ATP 500 de Ro de Janeiro y que incluso en las horas previas a su debut dudaba sobre el nivel que podra ofrecer. Fue en ese estreno, contra el italiano Matteo Arnaldi, cuando cedi un set, precisamente el primero. Despus, en el resto de la competicin, slo otro rival, Sinner, le logr arrebatar un parcial. Alcaraz ya ha vuelto a la senda del xito y en ella cualquier cosa es posible de nuevo.